En homenaje a todos aquellos primeros besos dados y recibidos con verdadero amor

sábado, 15 de mayo de 2010

El primer amor ¿Por qué nunca se olvida?

El primer amor
¿Por qué nunca se olvida?
Por Marcia Franqe Kesternich.

Quien diga que no recuerda a su primer amor miente o se autoengaña. La mayoría de las personas –incluso las más frías y calculadoras, las más duras e impenetrables-, tienen su corazoncito.
Todas, reconozcámoslos o no, hemos creído “morir de amor” cuando por primera vez alguien nos preguntó “¿en qué estas pensando?” o cuando nos dieron nuestro primer beso en el marco de los más dulces y nobles sentimientos. Incluso en esos momentos tan alucinantes, caminar al lado de nuestro “Príncipe” durante largas horas sin comer ni descansar, parecía una fiesta (hoy digno de Ripley, ¿o no?).
Pero en fin, así es el amor, sobre todo cuando es el primero.
Sin embargo, sobre este tema hay que aclarar que no siempre el primer amor corresponde al primer pololeo. En ocasiones, éste resulta ser una experiencia tan desagradable, que solo atinamos a olvidarla, o simplemente a negarla con la convicción más absoluta.

Definición.

Pero, ¿a qué le llamamos “primer amor”?. Se lo consultamos a la psicóloga Iris Zúñiga y ella fue clara en señalar que “para la mayoría, es la primera persona con la cual uno se siente que podría hacer pareja”. A esto se suma además, cierto ingrediente de erotismo –todavía muy idealizado- que lo diferencia de las atracciones anteriores.
Si usted recuerda cuando experimentó la emoción del primer amor, tal vez se sorprenda al saber que hoy en día, ya no se da a los 15 ó 16 años, sino mucho antes. Ya a los 11 ó 12 años, los niños se toman de las manos y se besan, siendo éstas manifestaciones de amor cada vez más tempranas.
Sin embargo, no siempre se tiene conciencia de que por primera vez hemos sido “dulces víctimas” del corazón. Esta claridad sólo se da cuando uno mira hacia atrás y en el contexto de nuestra historia amorosa lo reconocemos como “el primero”, cuando ya, generalmente, se ha alejado de nosotros.

Amor maduro.

De acuerdo a la psicóloga Iris Zúñiga, la diferencia con el amor más maduro, está en que en el “primer amor” los protagonistas no son capaces de aceptar los defectos del otro. Hay demasiada idealización por ambas partes, a pesar de que los hombres puedan vivirlo con menos intensidad que las mujeres.







Aunque parezca extraño, no todos le asignan igual importancia al primer amor. Esto depende del significado que la persona le otorga a las relaciones interpersonales y especialmente las de pareja. También tiene que ver con la carga emocional que le puso a ese primer amor y por supuesto de que tan dramáticas hayan sido el resto de sus relaciones amorosas.

¿Por qué es inolvidable?

Pero, ¿por qué el primer amor no se olvida, si incluso en ocasiones lo que pensamos como una experiencia del sentimiento más puro, resulta ser un drama que más encima se corona como nuestra primera gran decepción amorosa? Tal vez sea la magia del primer beso o la primera ilusión.
La psicóloga Iris Zúñiga, explica este fenómeno diciendo que las relaciones interpersonales son fundamentales en todo ser humano, pues en la interacción con los demás nos vamos formando como personas. En este caso, “el primer amor” es justamente la primera de nuestras relaciones más íntimas, en la cual además se incluye el aspecto sexual.
De esta forma, que qué tan marcada quedemos después de la buena o mala experiencia de nuestro primer amor, depende del grado de compromiso que uno desarrolló. Sin embargo, la profesional aconseja que “idealmente” esta maravillosa experiencia se debe enfrentar con cautela y con el máximo grado de conciencia de que uno está idealizando al “príncipe”. Además señala que lo mejor es que sea una relación lo más realista posible, para así en el futuro no tener una idea errada de lo que significa tener pareja.

Las razones del fin.

Si a usted le pasa que al primer amor todavía ocupa un lugar previligeado en su recuerdo seguramente tiene en su cabeza una sola pregunta:
“¿Por qué se terminó?” Bueno, sucede que en circunstancias normales, la relación siempre evoluciona y exige constante adaptaciones por parte de la pareja. Cuando uno –o ambos- no son capaces de adaptarse a estos cambios, la relación fracasa. Esto significa que no resistió todas las etapas necesarias para llegar a ser amor maduro, sobre todo si la relación se inicia muy temprano.
¿Se puede entonces hablar de amor en esta primera gran intervención amorosa? Pues –al contrario de lo que se pudiera pensar- sí, claro que es amor. Con todas las ilusiones, desengaños y sufrimientos que ello pueda implicar. Es el amor del primer amor. El amor de los 15 y ya.
De cualquier modo –haya sido como haya sido- lo importante es valorar su experiencia y sacar de ella lo positivo.
En otras palabras, si usted tiene un mal recuerdo de u primer amor, es importante que asuma su cuota de responsabilidad en aquel fracaso y no le eche la culpa al “otro”. Es la única forma de evitar que en el presente vuelva a cometer los mismos errores.
Sólo así usted podrá transformar el recuerdo de su primer amor en una experiencia ciento por ciento positiva. ¡Inténtelo, nunca es tarde!

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